jueves, 10 de julio de 2014

Institución formadora de maestros, donde “aprenden a aprender”
ESCUELA SUPERIOR DE FORMACIÓN DE MAESTROS
“MANUEL ASCENCIO VILLARROEL”
61 AÑOS FORMANDO MAESTROS (1948-2009) 2010-05-7
Por: René Vargas Velarde



Frontis arco que identifica la Escuela Superior de Formación de Maestros ESFM-MAV.

La Escuela Superior de Formación de Maestros “Manuel Asencio Villarroel” ESFM-MAV de Paracaya, cumplió 61 años de su fundación, el pasado 16 de julio, agazapado al pie del singular majestuoso cerro “Tuti” del promisorio Valle Alto cochabambino, situado a 800m al norte del km42 de la carretera antigua a Santa Cruz, a 2.700m.snm.



RESEÑA HISTÓRICA
Revisado los archivos, la ESFM-MAV. se fundó con 18 estudiantes bajo los aleros del templo “San Juan Bautista” en Punata el 16 de julio de 1948, como “Normal Rural Católica”, en la Escuela “Divino Maestro” hoy Unidad Educativa “Gualberto Villarroel”, gracias a la iniciativa de su fundador R.P.V. Enrique Jiménez, con una misa de campaña y asistencia de autoridades locales, delegaciones jerárquicas de la Jefatura del Distrito de Cochabamba, cuando guiaba los destinos de la patria el Presidente Dr. Enrique Hertzog, Ministro de Educación Víctor Cabrera Lozada, teniendo como Oficial Mayor al conocido y meritorio maestro José del Granado, José Camacho, Dr. Juan Carrillo ex diputado que gestionó los trámites de legalización como institución fiscal, Julio Arnéz y Luis Valdivia en aquellos días Alcalde y Sub-prefecto de la provincia respectivamente, cuerpo de catedráticos: Dr. Oscar Gandarillas, Dr. Rubén Ferrufino T., Ernesto Prudencio, Daniel Vía Orozco, Jorge Lobo, José Mancilla, Natalio Jiménez y otros; y el valioso concurso de connotados vecinos punateños como: Dr. Pacífico Canedo.


Los primeros muebles fueron los bancos de la iglesia matriz, los demás materiales didácticos fueron prestados hasta tener propios, aquí recordamos que alguna universidad de la vieja Europa tuvo sus orígenes bajo la torre de una iglesia.


Desde aquí salió en sufrida peregrinación por varios años y por varios lugares, con distintos nombres como el pueblo de Israel de éxodo interminable. Ocupó primeramente la quinta del Dr. David Ardaya y familia Balderrama de Punata.


El año 1953 se ubicó en el vergel florido de la Villa de Q’uchu-Punata en la huerta de Don Severino Fuentes, con el nombre político de “Víctor Paz Estenssoro”, aquí sobresale una vez más el hecho de que los grandes educadores enseñaban y pasaban clases a la sombra de un árbol, a la orilla de un río, a la vera de un camino, ratificando aquella sentencia “donde está el maestro está la escuela”.


La filosofía era vivir para la Normal y no de ella; trabajar más y exigir menos. Hacer de los estudiantes verdaderos agentes de cambio o líderes que promuevan el amanecer de mejores días para nuestro país.


La Normal Rural Católica de Punata, con fisonomía nítida, bien perfilada y firmemente asentada en tenacidad inquebrantable de sus fundadores, salió a flote y a feliz término, como “Normal de Maestros” con grado oficial desde sus comienzos, a pesar del vendaval y las muchas dificultades que pudo afrontar en su largo del camino recorrido hasta hoy, con una “educación de la vida, por la vida y para la vida.


Posteriormente, a principios del año 1956, salió al bello paraje de Paracaya junto al verdor de sus árboles y el azul de su cielo, que fue de los señores acaudalados Paz Torrico, parece ser la mansión definitiva de esta Normal Rural “Manuel Asencio Villarroel”, como justo homenaje al apóstol de la niñez y de la clase desposeída, consolidada merced a la Reforma Agraria con 25 hectáreas de terreno laborable. Así el prurito psicológico de la metamorfosis que ha venido barnizando la etiqueta de la Normal de los cuatro nombres, habrá terminado para siempre.

BREVE BIOGRAFÍA DEL Dr. MANUEL ASCENCIO VILLARROEL